HISTORIA
- Con tanto secretismo ilustrado, ha sido difícil dar en la diana con
algunos de los protagonistas de esta curiosa historia, escaladores que
manteniendo la tendencia han preferido preservar sus vivencias del conocimiento
popular. Una razón muy respetable si no fuera por el caos de vías existentes,
un cóctel de intentos frustrados, equipamientos deportivos e itinerarios de aventura,
que nadie sabe hasta dónde llegan o si están totalmente terminados.
Las
primeras incursiones en esta vertiente se las debemos al veterano excursionista
y escalador Josep Mª Jansà, que ya en los lejanos años 50 tuvo el honor de
pisar la cima de la Roca de les Onze junto con P. Rius, A. May y R. Adserà, y
escalar otras muchas rocas simbólicas de la vertiente septentrional
desperdigadas por el rio Montsant. Más tarde, allá por los años 70 y con el
apoyo de sus hijos, realizó un atrevido intento en el arrogante diedro de la
pared de la Falconera que no llegó a fraguar dadas las exigencias técnicas y el
limitado material de que disponía. Pronto será Josep Mª Toset de Reus el que
cogerá la iniciativa motivando a sus compañeros a explorar minuciosamente los
trazados más lógicos, dejando siempre constancia de su paso más que de
resultados concretos. Otras cordadas como la del célebre Josep Mª Torras y
Benjamí Vaqué también sucumbieron a las bellas siluetas como la de la Roca del
Xollat y a una encantadora chimenea cercana a la cima de la Roca Corbatera. Acreditados
aperturistas como Julia Molero y Xavi Pérez Gil realizaron un llamativo diedro
en la pared por donde pasa el camino del Grau de l'Agnet, denominada
"Petit Caputxó", y cuyos podridos tacos sirven de referencia para que
alguien vuelva a repetir la aventura y nos actualice de que va, porqué la
memoria de sus autores no recuerda a estas alturas prácticamente nada.
En uno de mis desplazamientos als Ports pasando eventualmente por la
carretera de Falset, tuve mi primera lejana visión de la vertiente sur del
Montsant. Llevado por mi inquieto instinto aperturista, pronto aparecí por el
acogedor pueblo de la Morera a medianos de los 80 contemplando de cerca el
increíble panorama. Sin referencia alguna, la sorpresa fue encontrar en los
objetivos más elocuentes la prenda del asiduo Josep Mª Toset, al que por suerte
conocí aquel mismo fin de semana. Gracias a sus breves comentarios comprendí el
asunto y su ansía por mantener la zona bien protegida de una posible avalancha
tal como sucedía en Siurana a escasos kilómetros, llegando al cosmopolita
encuentro de fanáticos de todas las banderas. Fue muy difícil arrancarle
información concreta sobre los itinerarios existentes así que tuve que desvelar
el misterio palmo a palmo, estimulando a unos pocos como Jordi Verdaguer y Mika
Durán que afortunadamente sintonizaron con la historia. Diez años más tarde
(95) volví para comprobar que todo seguía igual, sólo algún que otro modesto
bordillo equipado asomaba al pie de los senderos más transitados y algún
antiguo proyecto felizmente terminado por los escaladores locales, Jordi Coll,
Anton Morales, Jordi Padrell, Anton Queralt y su promotor Josep Mª Toset. Fue
el momento de atacar una serie de líneas vírgenes muy escandalosas : Scala Dei,
Tedeum, Pantocrator, Supernova y Nosferatu, junto con Remi Brescó, Ernest
Noguera, Ricard Darder y Anton Fontdevila, aprovechando la ocasión para
publicar la colecta de las rutas conocidas hasta el momento. Una vez desvelado
el secreto, sólo unos pocos clásicos románticos como Jordi Artigas, Ignasi
Manzanares o Eduard García Palma aparecieron dejando su huella, así como una
minoría de curiosos por conocer la zona. Después de todo esto, han sido nada
más y nada menos que escaladores de la talla de Carles Brascó, Joan Olivé,
David Brascó, "Ajipi", "Muna" o "Yosu" los que
han tirado de veta realizando por abajo unas potentes rutas totalmente inéditas
hasta el momento. Qué será que todos aquellos que han acariciado la roca del
Montsant pretendan encubrir unas caóticas paredes de altura modesta, regular
acceso y misteriosa apariencia. Quizás la respuesta está en la combinación de
estos factores con el indiscutible potencial de la sierra, una escuela con las
mejores prespectivas de futuro mientras existan escaladores con ilusión,
voluntad y ganas de aventura.
ESCALADA
- La roca del Montsant posee unas cualidades excepcionales que distan
claramente del conglomerado habitual del resto de escuelas. Su peculiar
morfología contempla un predominio total de agujeros en los muros que ofrece múltiples
posibilidades para progresar o asegurarse en libre. Cuanto más vertical o
desplomado es el terreno, más afortunados son los agujeros que generalmente
poseen la profundidad necesaria para colocar todo tipo de Friends, Camalots,
Aliens o sucedáneos. Si en la práctica del artificial resulta todo un
"buffet libre" para la imaginación, no lo es menos para la escalada
libre alternando los agujeros con los salientes, una grata combinación de
fuerza y equilibrio. No menos interesantes encontraremos las fisuras,
generalmente muy francas, donde la utilización de fisureros y Friends es igual
de óptima que en los generosos muros con agujeros. De todas formas no siempre
es oro todo lo que reluce y del excelente al mediocre solo va un paso,
observando la tonalidad de la roca juzgaremos en tal caso. En cuanto a los
equipamientos de las rutas de aventura, van en relación con la destreza de sus
autores y la naturaleza del terreno, destacando la escasez de chapas por regla
general, excepto en las vías totalmente equipadas que son pocas. Resaltar la
existencia de primeros largos de corte deportivo en muchos sectores, que no
debemos confundir con los itinerarios reseñados en este Blog. Existen algunas chimeneas
francamente interesantes para practicar la técnica de oposición en toda su
extensión, cuya roca suele ser excelente gracias al continuo trabajo del agua
en toda su dimensión como en la bonita vía Ramonage. La protección en estos
casos se limita a las escasas fisuras que aparecen en las paredes interiores y
los típicos agujeros. Normalmente estos itinerarios terminan en una aguja
separada por lo que hay que saltar posteriormente desde su cima a la vertiente
principal sobre un vacio considerable. Para
las rutas de artificial son especialmente útiles las cuñas de madera de todas
dimensiones para falcar los pitones en los agujeros, los cordinos para instalar
en puentes de roca y los ganchos de todo tipo. Dadas las inmejorables
posibilidades del terreno vale la pena reservarse los plomos como último
recurso. Un juego de fisureros tipo Hexéntric con cordino son de gran utilidad
para colocar en muchos agujeros interiormente más grandes. Los Friends medianos
de cable (o similares) son sin duda alguna los amos del terreno y el arma
imprescindible para todo tipo de itinerarios.
La mejor época para escalar en estas paredes es en días serenos y soleados
de invierno sin viento. En primavera y otoño la temperatura es más benévola
pero el viento a veces más insistente por su cercanía a la cuenca del río Ebro.
Llevar agua y abrigo en todos los casos. Descartar los meses veraniegos por su
implacable insolación y altas temperaturas salvo muy avanzada la tarde.
En
general las aproximaciones son bastante cómodas (unos 30 min) excepto para los
itinerarios más orientales, donde hay que improvisar el trazo saliendo del
camino principal y con la ayuda de algunos hitos. Recordar qué existe una
regulación vigente sobre la nidificación qué hay que respetar para bien de
todos.
APROXIMACIONES Y DESCENSOS
- Para la Agulla del Salt y el Sector Grallera hay que coger el camino bien
marcado de parte desde lo alto del pueblo de la Morera en dirección al Grau de
la Grallera, y una vez alcanzada la pared atravesar hacia la característica
Agulla del Salt (unos 40 min). El descenso es evidente en todos los casos,
dirigirse con tendencia al E por trazos de senderos y bajar al torrente por
donde transcurre el camino principal qué hemos utilizado a la subida.
- Para llegar a la Falconera lo corriente es coger el camino del Grau dels
Barrots, aunque para las vías de la izquierda también se puede acceder desde el
Grau de l'Agnet atravesando a nivel de la pared. En el primer caso, el popular
camino del Grau dels Barrots gana inteligentemente el zócalo para situarse justo
al pie de la vía Nosferatu en poco más de 30 min. Atravesando a la izquierda
pronto se alcanza el zócalo real de la Falconera donde hay que trepar (II/III)
por lo más evidente hasta el pie de la vías, sobre una cornisa característica
(40 min). El descenso se puede efectuar tanto por la izquierda (Grau de
l'Agnet) como por la derecha (Grau dels Barrots) dependiendo del itinerario
realizado en cuestión.
- Para la Roca de les Onze se utiliza el camino del Grau dels Barrots hasta
encontrar un primer desvío a mano derecha (Carrasclet) que cogeremos en
dirección al pie de la vía Scala Dei (unos 25 min). El descenso de esta aguja se realiza mediante
un rápel de 40 m. por el lado que mira a la Falconera (W), para alcanzar el
camino dels Barrots cerca del singular Balcó del Priorat.
- Para el sector de la Roca del Xollat hay que coger el camino que lleva al
Grau del Carabassal, y una vez pasados unos grandes bloques muy característicos,
improvisar por la cuesta más evidente hasta el pie de la pared (unos 45 min). Este
camino sale de la carretera justo antes del desvío que va a Scala Dei
(señalizado Carabassal). El descenso desde la cima se efectúa mediante un rápel
de 45 m al collado, dónde seguidamente tendremos qué escalar una evidente
chimenea situada en la pared principal (IIIº) que conduce a la cima dónde
encontraremos los suaves relieves de la montaña. Caminando con tendencia al W
localizaremos al poco rato el camino del Grau dels Barrots para bajar al pueblo.
- Para la Proa se sigue el camino que conduce al Grau del Carabassal hasta
situarse aproximadamente en la vertical del objetivo, punto donde será
interesante localizar un hito que señala el trazo utilizado para solventar la
pendiente. La subida termina bajo un primer zócalo que es necesario sortear por
la derecha para alcanzar definitivamente el espolón donde empieza la vía
Pantocrator (calcular unos 50 min). El descenso se puede realizar a pie hacia
el oeste (Grau dels Barrots) o bien rapelando al pie de pared tal como se
indica en el croquis, primero por la vía Supernova y luego por la Pantocrator.
RESEÑAS DE LAS VÍAS CLÁSICAS
Textos y dibujos: Armand Ballart
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