ESCALADAS EN LA COMARCA DEL ALT BERGUEDÀ

- La comarca del Alt Berguedà es una de las más accidentadas de Catalunya, y por ello una de las más frecuentadas para el montañismo gracias a sus buenas comunicaciones respecto a la capital. Situada al norte de Barcelona y dominada por la cuenca del río Llobregat, comparte gran parte del eje calcáreo pre pirenaico ofreciendo un buen número de zonas privilegiadas para la escalada bien conocidas por todos. Sin lugar a dudas, el Pedraforca es el icono más representativo de la comarca y una de las escuelas más célebres desde los inicios, donde ha desfilado la flor y nata del alpinismo catalán. Otras zonas como la Serra d'Ensija y el Cadí-Moixeró, también destacan claramente y significan la futura reserva para los amantes de la aventura siempre y cuando la legislación lo permita.





- Un itinerario puede ser bello, elegante y hasta inteligente. La vía Aurora, sin poseer un terreno de cualidad, presenta una buena dosis de éstos atributos. El escenario por donde transcurre es difícil de digerir a primera vista, hay que prestar mucha atención al geométrico laberinto de roca, para reseguir correctamente una línea muy exótica y atrevida a la vez. Si bien la primera mitad no aporta nada en especial, los largos L6 y L7 son sin lugar a dudas la recompensa al esfuerzo realizado para una escalada muy singular, pero sin tregua alguna hasta conseguir desencordarnos. Pese a su apariencia más asequible el L8 no perdona, y tras montar la reunión definitiva en un buen árbol, descubrimos la accidentada y penosa pendiente que nos separa de la cumbre principal. El remate de una aventura con mayúsculas, con el compromiso añadido de no poder retroceder fácilmente al sortear desplomes en diagonal y contar con las reuniones desequipadas. En todo el trazado solo encontraremos 3 espits, 5 clavos de consolación, y combate intenso para emplearnos a fondo durante 6-7h sin encantarse. Imprescindible carnet de primera en todo-terreno.




- Desde la boca sur del Túnel del Cadí podemos observar claramente un destacado conjunto rocoso, con el potencial suficiente para albergar una de las escuelas de aventura más consistentes dentro de un oasis protegido, incomprensiblemente rodeado de actividad todo el año bajo la mismísima cima de la Tossa d'Alp. Su privilegiada orientación, calidad del terreno y roca disponible, salta a la vista para cualquier profano con solo asomarse al mirador dels Orris, cercano a la carretera que conduce a Coll de Pal desde Bagà y punto de partida hacia las paredes. De todo el arsenal calcáreo visible destaca un marcado espolón cuya línea paso inadvertida desde un principio, y su conquista no llegó hasta medianos de los 80 cuando tímidamente se exploró la zona antes de que restringieran su acceso. Un asalto fue suficiente para rematar un trazado en libre extraordinario, cuyo éxito duró poco tiempo al prohibir definitivamente la escalada en toda la zona del Moixeró, el caso más patético de toda la geografía catalana. Itinerario semiequipado con pitones. Existe un embarque a mitad del L4 bajo el gran techo característico, donde se aprecian unas chapas sin sentido.



- Una vez conquistado el Espolón del Rebost, las debilidades de su flanco sur pronto atrajeron al personal desvelando un par de rutas muy elocuentes y atrevidas: la vía Zeit y el Diedre President. La primera ofrece un trazado un tanto sinuoso enlazando las fisuras existentes mediante una escalada en libre poco equipada, donde hay que andar muy suelto y adivinar el camino correcto hasta alcanzar la parte final del espolón, tras algunos pasajes muy puntuales (protegidos mínimamente) donde se acentúa la dificultad. El Diedre President representa la escusa principal de la pared y su escalada una buena dosis de aventura, cuanto más arriba más sorprendente. Un primer tercio de trámite da acceso al eje principal del diedro donde aparece el tramo más intenso, afortunadamente breve, hasta que la fisura se vuelve más generosa y practicable. Una vez pasado el diedro, un muro vertical y monolítico obliga a emplearse a fondo, con todo el ambiente que otorga el considerable desnivel de la roca más altiva de la zona: la Roca Freda. En las dos vías se recomienda llevar algunos clavos de refuerzo, para montar reuniones y por si hay que retirarse en un momento dado.



- La Serra d'Ensija, más conocida por la Roca Gran del Ferrús, presenta en su extremo más occidental una gran pirámide grisácea denominada Roques Blanques. Se trata de una pared de aspecto alpino donde finalmente se han abierto algunos itinerarios de cierto interés, amortizando la calidad del terreno y su cómodo acceso desde el Coll del Portet. Para ello hay que dirigirse al pueblo de Saldes y continuar unos pocos km hasta el Coll de la Trapa, donde aparece a la izquierda un desvío que lleva a Vallcebre desde el norte. Pasada una zona de picnic (la Palomera), una pista a mano derecha conduce hacia el objetivo atravesando la vertiente norte de la montaña hasta morir cerca del Portet. Desde aquí se divisa perfectamente la pared, y un camino bien marcado pasa prácticamente por la base de los itinerarios en poco más de 20 min. La vía Rhayader ofrece una escalada en libre solo equipada en los pasos claves, cuyas reuniones se montan en los oportunos pinos que salen al paso. Roca muy buena en conjunto destacando el penúltimo largo por su mayor dificultad. Orientación W con una panorámica total de la cara S del Pedraforca.



- La Triple Directa representa la combinación idónea para superar el eje principal del Pic Superior desde la Canal de la Grallera. Una vez en el pie de vía, un arrogante diedro configura el primer resalte como preámbulo de una larga y agotadora ascensión de más de 600 m, con predominio de la escalada atlética semiequipada y con un relativo compromiso dadas las factibles escapatorias a lo largo de la misma. El segundo resalte se presenta técnicamente más exigente, enlazando buenas fisuras hasta alcanzar la marcada cresta que lleva hacia los dominios de la gran cueva de la Grallera, bajo el tercio final que sin lugar a dudas constituye la joya de la ascensión. Una sinuosa placa con un clavo y un par de espits alejados conduce a un balcón privilegiado entre la verticalidad, punto estratégico para atacar el último obstáculo mediante una oportuna línea fisurada, que lleva a la arista cimera y a la cumbre más solicitada del Alt Berguedà. Una romántica escalada que de seguro no nos dejará indiferentes por sus inéditas perspectivas, calidad de pasajes, y con roca buena en general salvo el primer y parte del segundo largo.




- La vía Área Privada presenta una línea en libre bien definida como recompensa al considerable esfuerzo que exige su aproximación. Desde la subida al collado del Verdet hay que atravesar a la izquierda e improvisar por fuertes pendientes hasta el inicio del itinerario, dominando un buen instinto de la orientación para acertar la definitiva canal que conduce al pie de vía. Se trata de una escalada poco equipada con una entrada muy atractiva, donde una fisura en diagonal sortea un monolítico frontón hasta alcanzar la R1. A la salida de ésta encontramos un diedro difícil pero breve, puesto que el terreno pronto se vuelve afable con un par de largos muy asequibles. La tirada final justifica por sí sola una aventura de relativo interés, pero con unas perspectivas inéditas de la Torre Capeta y la Grallera. A la salida hay que remontar hasta alcanzar la cresta principal y localizar el camino de bajada del Verdet por la derecha. Roca buena en conjunto y una ruta rápida para desvelar uno de los rincones menos solicitados de toda la muralla norte con diferencia.



- La Nordmagnum ofrece una línea bien definida desde un principio, aprovechando de la mejor manera la diagonal ascendente que lleva al solitario pino arraigado en la roca, y prosiguiendo por el oportuno diedro que alcanza la gran diagonal de la vía Pany-Ferrera. Desde aquí y localizando una chapa azul en el siguiente obstáculo, continúa directamente sorteando los desplomes hasta ganar la rampa central por donde podemos atravesar fácilmente la pared. Una vistosa fisura ligeramente inclinada equipada con un espit azul y algunos clavos, solventa la verticalidad del segundo piso y conduce al pie del diedro más destacado del último tercio, del cual se sale por la derecha para alcanzar la arista final de la vía Joan Martí que sube por la derecha. Una formidable escalada que como su nombre insinúa, transmite toda la grandeza de la cara norte descubriendo la lógica más significativa, pese a sus paréntesis y posibles escapatorias que rompen la magia de la ascensión. Roca aceptable en conjunto, con equipamiento puntual en los pasos claves.



- La pared de la Grallera significa todo un trofeo de coleccionista dada su alejada situación con respecto al escenario habitual, exigiendo un pesado acceso por la Canal del Riambau o bien ascendiendo por la clásica vía de la Grallera. Una vez en sus dominios tenemos tres alternativas: la vía Estrems-Camps, épica y peleona, la Anglada-Cerdà, acrobática y elegante, y la Thora Blava, la más moderna y resultona. Abierta en el día, la nueva vía acierta la línea más compacta para ascender en libre al Pic Superior, mediante un trazado poco equipado, exigente y con el esfuerzo añadido, en la que encontraremos algunos pasajes expuestos especialmente a la salida de la R1. Una escalada que desvela las profundidades del Riambau y las considerables proporciones de una vertiente norte donde habita una flor azulada de aspecto inofensivo, pero de propiedades altamente tóxicas: la Thora Blava.



- La vía Ritual Extrem representa el trazado más idóneo para solventar el corazón del sector central del Calderer, siguiendo las debilidades disponibles y aprovechando un tramo de las vías Cerdà-Pokorski y Lalueza-Horrillo para encajar el objetivo. Destaca un primer tercio inédito y variado, que facilita unos pasajes de interés mantenido hasta ganar la cornisa principal. A partir de aquí se sigue por la Cerdà-Pokorski y la Lalueza-Horrillo hasta casi debajo del gran desplome, para atacar a la derecha una discreta fisura y retomar el eje del gran diedro. Con cierta habilidad, este pasaje se resuelve en libre, siempre y cuando no haya llovido y la roca aparezca bien seca, la única pega que tiene el recorrido. Por lo demás, cuenta con roca de calidad desde un buen principio, toda la gama de pasajes que podamos imaginar, y un cómodo retorno por los rápeles de bajada instalados a tal efecto por la izquierda del sector.



- Entre el Gat y el Collet de la Cova sobresale un eminente pináculo, cuyo caótico aspecto es motivo suficiente para considerar la mítica vía GEP el misterio mejor guardado de toda la muralla norte del Pedraforca. Para romper el hielo, ahora disponemos de la reciente vía Lunascente, una atrevida línea que descubre el flanco izquierdo del farallón, culminando por un terreno que cambia radicalmente a partir de la R4. Mientras que sus primeras tiradas presumen de una roca monolítica y con una formidable fisura para salvar el desplome, la continuación aparece laberíntica y tan frágil, que exige de un plus de atención para no salir proyectado en compañía de algún bloque. Una dificultad añadida que le suma más incertidumbre a un itinerario insólito, que sorprendentemente ya se ha repetido en un par de ocasiones por cordadas todo-terreno con ganas de aventura y pocas manías geológicas. Para llegar al inicio es necesario subir por la vía Pany hasta el jardín, y para el descenso seguir las marcas rojas que encontraremos justo al finalizar la escalada que conducen a la canal posterior del Gat.




- El Esperó del Refugi contribuye a dignificar un edificio emblemático, el refugio Lluís Estasen, con todo su staff de entrañables guardas y ayudantes esporádicos, que han mantenido encendida la llama durante tantos años, de éste lugar capital para todos los que se acercan a esta famosa montaña del Berguedà. La vía en cuestión, ofrece un par de tiradas en libre equipadas en roca de buena a aceptable, salvo el tramo de entrada donde el terreno presenta el "cuarteado" típico de la región. Pese a todo, unos parabolts cuidadosamente colocados protegen el pasaje hasta elevarse a la derecha para entrar en un pequeño diedro. El segundo largo resulta mucho más compacto en conjunto y termina al llegar al oportuno pino existente, ideal para montar la bajada mediante un par de rapeles. Esta vía puede servir perfectamente como relleno después de escalar otra cercana, dada su proximidad a la línea de bajada en rapel del sector.




- La Super-Gratton es una clara alternativa a la clásica vía Homedes, descubriendo las debilidades de su margen derecho sin llegar a coincidir en ningún momento. Se trata de una escalada poco equipada en general, en la que encontraremos algunos espits y pitones en los pasos claves, y el resto a proteger con los fisureros y friends. Destacan el L3 y L4 como lo más exigente debido a su verticalidad y dosis de exposición, especialmente a la salida de la R3, que le otorgan un mayor carácter. El resto continúa por el flanco oculto del espolón, mediante dos largos semi-fisurados con algún tramo delicado en cuestión, mientras no se sanee con el paso de las cordadas. Una aventura que difícilmente llegará a clásica, pero que posee un claro aliciente al solventar en libre moderado el perfil más observado de la muralla. Desde la R6 podemos continuar por la clásica o bien rapelar por las instalaciones de la Homedes al pie de vía (poco recomendable). Atención a la caída de piedras si hay cordadas en la pared.



- La vía Impala descubre uno de los sectores más recónditos de la muralla norte pese a estar situado entre las vías más frecuentadas: la Civis-Genís y la Homedes. Para llegar al inicio hay que dirigirse hacia la Homedes y antes de afrontar el último resalte, atravesar el bosque en diagonal ascendente a la izquierda para ganar una amplia cornisa herbosa dirección a Cabirols. Seguirla unos instantes hasta poder trepar fácilmente y alcanzar un nivel superior, donde aparece un gran túnel característico que conduce al pequeño circo que forma este peculiar desagüe natural de la pared. Remontando al lomo de la izquierda hallaremos el inicio de la vía SAME o Esperó Central, del cual utilizaremos el L1 hasta desviarnos a la derecha para montar la R1 en un buen pino. Continuando por lo más evidente, se llega al interior de una gran canal oculta por donde discurre la ruta Auqué-Muñoz. Abandonamos la canal a la caza de un diedro dirección a la pregona cavidad que domina el sector, y a la salida de ésta encontramos el paso clave de la vía (6a). El resto no presenta más complicaciones y continua por una arista fácil hasta alcanzar la cresta de Cabirols. Itinerario prácticamente desequipado. Roca aceptable en conjunto.



- La vía de la Nina se desenvuelve por un terreno de calidad, aprovechando una línea muy variopinta donde la marcada chimenea del L5 es la escusa principal del trazado. Una escalada prácticamente equipada al principio, y cuanto más arriba más favorable a la autoprotección mediante los fisureros y friends. Destaca el atractivo muro del primer largo donde encontraremos la mayor parte de las chapas (algunas más de las que marca el dibujo), y sobretodo el difícil pasaje a la salida de la R1 para solventar un diedro técnico, pequeño pero muy peleón. A partir de esto la dificultad disminuye considerablemente, alternando cortos diedros hasta introducirnos en la monolítica chimenea que salva el último resalte vertical. El resto ofrece una escalada entre pinos sin llegar a ser un bosque, hasta alcanzar la cresta de Cabirols, punto desde donde podemos iniciar el descenso hacia la tartera principal por detrás, o bien bajar a la izquierda para localizar los rápeles de la Canal de les Bruixes y volver al pie de vía (recomendable).



- La vía Haikus acierta una de las últimas líneas abiertas en la Dent de Cabirols, aprovechando la entrada más natural y una marcada salida más exótica que difícil, que conduce directamente al rápel de bajada por la Canal de les Bruixes ubicada justo detrás de la pared. Una escalada semiequipada con algunos pitones en los pasos más significativos, que coincide unos metros al inicio del L2 con la vía SAME que sube por la derecha, para continuar por el espolón hasta entrar en la gran canal que domina el sector. Desde aquí se alcanza la vistosa diagonal existente, descubriendo un curioso túnel y siguiendo el marcado diedro con múltiples posibilidades de escape al bosque de la derecha. En definitiva, una romántica alternativa que hace honor a su nombre, Haikus, cortos versos orientales cargados de emotividad en pocas palabras. Roca buena en conjunto.



- La vía Quedelemí destaca claramente por su evidente diedro adosado a la monolítica plancha de la cara sur, ofreciendo una escalada diferente al resto de los itinerarios de la vertiente más propensos a la técnica de adherencia. Fue abierta en el día por lo que el rastro de material es más bien escaso y la auto-protección la herramienta indispensable para realizar el itinerario. Los primeros largos no presentan un interés especial, pero al alcanzar el diedro todo cambia y aparecen los pasajes más insospechados, siempre sobre roca de calidad. Una clara alternativa a las solicitadas vías de placa, con el requisito añadido de manejar bien los friends. A la salida atravesar a la derecha hasta localizar las marcas verdes que señalan el camino de les Costes d'en Dou.




- La vía Dorian ofrece un evidente trazado a la derecha del Desplóm del Palancó, aprovechando una característica chimenea situada en el eje de la depresión que forma la pared. Se trata de una escalada poco equipada en la que solo encontraremos algún espit como referencia y será preciso colocar algunos pitones para asegurar algún tramo puntual. Los cuatro primeros largos no son nada del otro mundo, pero la chimenea y sobre todo la última tirada justifican sobradamente la ascensión, con un sorprendente muro final que representa una de las salidas más sorprendentes del Roget. Inicio marcado con una flecha grabada en la pared. Roca muy buena en conjunto especialmente en el último tercio. A la salida de la vía remontar al lomo principal y descender caminando hacia el W, para localizar intuitivamente a la derecha, un paso muy estratégico utilizado por los rebecos para alcanzar la tartera posterior de la muralla.



- La Paul Preuss es una escalada vinculada al espíritu de este eminente aperturista del siglo pasado, cuyas primeras diseminadas por infinidad de cumbres alpinas atienden a un escrupuloso estilo que por desgracia lo llevó a su muerte. Esta modesta línea descubre el eje imaginario de la pirámide oriental del Roget, progresando por su inevitable zócalo vegetal, hasta alcanzar las fisuras más significativas que ofrece el corazón de la vertiente. Una aventura en toda regla, poco recomendable para los usuarios de cintas exprés y magnesio, pero muy interesante para huir de la monotonía escalando una cima secundaria de la forma más digna y natural. Itinerario sobre roca de calidad en todo el recorrido, y con una buena dosis de vegetación (boixos) hasta llegar al punto de encordarse según la habilidad y la pericia de cada uno.

ESCALADAS EN COLLEGATS


DOSSIER DE RESEÑAS


























































- El congosto de Collegats representa un microcosmos de itinerarios de todo tipo, ideal para escalar todo el año gracias a su variedad de orientaciones y comodidad de accesos. A continuación aparecen algunas vías de aventura, que sin lugar a dudas servirán para descubrir todos los secretos de la zona, y familiarizarse con un conglomerado de calidad especialmente indicado para la escalada libre.



- La Oriflama "Oro y llama" es una de las líneas más coherentes de la Pared del Pessó al contar con un continuo trazado de conglomerado gris, a diferencia del resto de itinerarios interrumpidos por un bosque central inevitable que rompe la tónica de la ascensión. Una escalada asequible en general, salvo un primer largo en el que encontramos la mayor parte del material utilizado, para solventar la verticalidad de los primeros metros hasta que el terreno se presta definitivamente al libre sinuoso hasta el final. A partir de la R1 la roca aparece excelente y hay que acertar sus debilidades sin seguros a la vista, contando que en las reuniones encontraremos casi siempre la pareja de espits de rigor. Una aventura que queda truncada a mitad del L3 al surgir por la izquierda la vía Kollegats, continuando paralela a la Oriflama hasta la cima restándole el compromiso y la solitud original. En definitiva, una vía casualmente repetida debido a unas características que poco atraen a un personal más propenso a las monótonas rutas equipadas exentas de todo misterio.




- El nombre de Galileo viene dado por la existencia de una gran roca esférica asentada en la R8, que sirve de ayuda para realizar una escalada que sin ser complicada exige un cierto instinto, ante todo en su primer tercio donde se acentúa su verticalidad. Roca generalmente buena en todo el itinerario, donde se colocó un parabolt extra en el transcurso de la segunda ascensión para aminorar la jugada de tipo en el segundo largo. Por lo demás, se trata de una escalada aventurera abierta en una sola jornada, en la que quedaron varias reuniones montadas con espits y algún clavo de referencia en las tiradas. Una alternativa sin problemas de frecuentación ni desgaste del terreno, especialmente indicada para todos aquellos que deseen sonsacar todo el encantamiento de la Pared del Pessó de la forma más natural. Escalada con tramos expuestos. Llevar un buen ajuar de Aliens de todas las medidas para solventar en mayor medida la protección. Reseña actualizada.



- La vía Imperator contempla un trazado mucho más espectacular que los dos anteriores, ofreciendo un primer tercio elegante y seductor perfectamente vestido por sendas grietas, y un final de fiesta que no deja indiferente a nadie, haciendo olvidar unos largos centrales de trámite sin mayor interés. Escalada asegurada únicamente en los pasos claves que son pocos pero buenos, sobre una roca de calidad con muy pocas repeticiones. Otra ruta detenida en el tiempo, que quizás algún día resucite por una moda más inclinada hacia la aventura y el afán de exploración. Hoy por hoy, las rutas generosamente equipadas y las vías deportivas son los principales reclamos de esta suculenta escuela del Pallars, privilegiada en roca, desnivel y variedad de orientaciones, que la consolidan entre las más solicitadas del eje pre-pirenaico catalán.



- El gran diedro que forma la Agulla del Gos es la escusa principal para proseguir un trazado poco definido de entrada, pero con un último tercio dotado de unas buenas fisuras que le suman toda la gama de pasajes que podemos encontrar en la Pared del Pessó. Además de buena roca, cuenta con un breve tramo de artificial liberado en 7a+, como un aliciente más para superar el eje de la muralla con el mínimo equipamiento y sin rodeos, salvo el bosque inevitable que se sortea por donde menos predomina. En la parte final destaca una doble canal (escalar la chimenea de la derecha) y un compacto offwidth de salida como recompensa al tramo vegetal que rompe la continuidad de la ascensión. El nombre se refiere al bucólico monasterio de Sant Pere de les Maleses, ubicado en uno de los rincones mágicos que ofrece la zona y presidido por las conocidas Moles del Pessó.



- Estamos ante una de las rutas más sinuosas de la Pared del Pessó donde cada largo es un mundo aparte, ofreciendo una aventura más que completa enlazando los muros más oportunos que salen al paso de forma inteligente y atrevida. De entrada hay que ganar el pie de vía trepando por un zócalo vegetal, para acertar el punto idóneo y alcanzar la fisura del L2, lo más exigente con diferencia de todo el itinerario. A todo esto, le sigue una estratégica travesía hacia la derecha que conduce a una zona de placas menos verticales, donde una pequeña entosta es la siguiente escusa para avanzar. Atención en este tramo al enorme rozamiento y a un paso puntual de artificial donde hay que colgarse a saco de un Alien tras una buena excursión en libre. Un nuevo largo en forma de diedro oculto lleva al último tercio sin demasiadas complicaciones, pero donde hay que adivinar el camino correcto hasta el final. Roca buena en conjunto y pasos claves equipados. Pocas repeticiones.



- Siempre es un gran placer y todo un privilegio escalar con eminencias, y en este caso con el matrimonio Anglada abriendo vía en memoria a Ernest Lamarca, un excelente escalador y montañero de la década de los 50, tristemente fallecido en el año 2000. En el margen izquierdo de las Moles del Pessó queda esta modesta gesta de tres tiradas poco equipadas, sobre la calidad de un muro totalmente apartado del escenario habitual y del murmullo de los visitantes de los bucólicos restos del monasterio de Sant Pere de les Maleses. La vía resigue lo más asequible ofreciendo una línea breve y homogénea con un máximo obligado de V+, destacando la fisura terminal como lo más significativo. Una vez alcanzada la R3, se puede salir trepando fácilmente hacia la cima con tendencia a la izquierda, o bien bajar por la misma vía mediante 3 rápeles (más recomendable) para volver por el sendero principal o combinar con otro itinerario si se tercia.



- La vía Dilemma supera la mola más occidental caracterizada por una arista final muy asequible. Después de un primer tercio exigente con un tramo de 6b bien asegurado (L2), aparece un sinuoso tercer largo bastante a pelo sin expansiones, que posiblemente sea lo más decisivo de todo el trazado por su difícil protección. Pese a ello la roca es aceptable en todo momento, siguiendo una línea muy atractiva y bastante rápida, donde será imprescindible un buen dominio del terreno e ir sobrado en Vº grado expuesto. Se desconocen repeticiones. Para llegar al inicio es preciso improvisar por el bosque en diagonal ascendente desde el camino, hasta alcanzar el desagüe de la pirámide invertida y atravesar a la izquierda.



- La vía Borbón descubre el lomo derecho de la pirámide invertida que dibuja la muralla, mediante unas buenas tiradas en libre poco equipadas, pero muy elocuentes y atrevidas. Solo el primer largo podemos considerarlo expo, ya que el resto ofrece mejores posibilidades de protección. Roca buena en conjunto, destacando el monolítico diedro del L4 (oculto en la foto) y sobre todo la última tirada por el risco principal, que rompe la monotonía por su estrategia y verticalidad. Acceso siguiendo el trazo por el bosque desde el camino, dirección a la llamativa zona desplomada, y flanqueando por el pie de vía hacia la izquierda. El nombre no va en relación con la realeza, sino más bien con una entrañable mascota afincada en sus días en un pequeño pueblo perdido del Pallars.



- Paralela a la Borbón, la vía Club de Fans amortiza lo mejor del terreno básicamente por placas, resolviendo en libre bastante asequible toda la pared salvo un pasaje muy puntual imposible de evitar mediante ningún rodeo. Es en este punto donde se puede comprobar perfectamente la complicada maniobra para emplazar el espit de turno en el sitio correspondiente, tras colocar un plomo de soporte haciendo malabarismos con una sola mano. Son los gajes del oficio, que solo los aperturistas más cautos saben reconocer. Esta vía ofrece además, una ascensión rápida y poco equipada donde habrá que reforzar con artilugios, o exponerse a largas excursiones entre los escasos seguros existentes. Destaca como realmente expuesto las dos tiradas finales donde solo hallaremos un par de espits en la R5 y nada más, confirmando que la roca es buena en todo momento aunque no está permitido el lujo de caerse según donde, como suele ser habitual en esta zona.



- La vía Somni Clementina queda situada en el rincón más sombrío de las Molas del Pessó, factor a tener en cuenta según la temperatura, y su escalada combina la aventura con la filigrana al ir de un extremo al otro sin avisar. Tal es así, que la canal de entrada consolida el término salvaje, y a partir de la R1 un lienzo de buena roca justifica ampliamente una ascensión muy interesante de grado moderado, con un segundo largo que requiere decisión y entrega. El resto prosigue por un terreno de calidad, más propenso a los pequeños agujeros que a los grandes bolos, prácticamente asegurado con espits y algún clavo en los movimientos claves. Su nombre hace referencia al célebre grupo alemán de música electrónica Tangerine Dream.



- El Diedro de la Tuca representa el diedro más marcado que ofrece las Moles del Pessó en su vertiente E. Una elegante línea cuya lógica entrada consiste en superar las debilidades del muro preliminar, ganando el eje de la fisura en el punto más factible sorteando su considerable verticalidad de entrada. Cabe anotar que el primer largo, protegido con alguna chapa de consolación, supone una dificultad asequible pero expuesta siguiendo el camino más elocuente. Una vez en el magnífico diedro, la fisura permite una buena protección a base de fisureros principalmente, hasta que al final aparece el pasaje clave para salir al exterior y alcanzar la rampa de salida. De la cima se continúa trepando fácilmente hacia el risco principal, para localizar el camino de bajada habitual hacia la derecha que lleva en poco rato a la vía ferrata.



- La Reality show es la última vía abierta en las Moles del Pessó, ofreciendo una escalada poco equipada y entretenida, con un tercer largo muy interesante. Empieza por un elocuente diedro, y a partir de la R1 inicia un largo flanqueo para situarse en la vertical más sugestiva a la izquierda de la "Òpera Prima", evitando así la franja desplomada del pie de pared. La línea destaca por su roca de gran calidad en gran parte de su recorrido. Serán muy útiles los Totems hasta el rojo, y sobre todo un Alien amarillo para protejer el pasaje de 6a del tercer largo antes de chapar el parabolt. A la salida habrá que remontar en diagonal ascendente hasta localizar el sendero que lleva al habitual descenso de las cadenas. Resignarse con el acceso, pues hay que sortear el paso entre vegetación antipática. Con todo, rápida y recomendable.



- La vía Crisálida representa una pequeña joya de les Moles del Pessó, su estética y calidad merecen una visita sin lugar a dudas. El itinerario se aprecia claramente desde el camino que conduce al Barranco de Sant Pere, una vez pasadas la torres eléctricas características. El primer largo concentra la máxima dificultad, con un tramo en el que hay que progresar con ganchos y algún clavo corto falcado, a partir del tercer parabolt aparece todo libre, aunque vertical y mantenido hasta la R1. La fisura del L2 se equipa bien pero es algo antipática de superar. El muro del L3 significa un pequeño respiro, para encaramarse a un último largo de fantasía con una roca excepcional y unos pasos de gran belleza, con un grado máximo de 6a. En definitiva, una vía muy interesante y técnicamente exigente, que de seguro los más diestros podrán liberar en breve.



- La Pared de la Figuereta es sin duda alguna el escenario más cómodo del congosto de Collegats, ofreciendo unos itinerarios más cortos pero intensos, ideales para familiarizarse con el estupendo conglomerado de la zona. Las vías Flyers y Samurai representan dos modernas alternativas situadas en el margen derecho de la pared muy cercanas a la carretera, cuya dificultad y concepción no nos dejarán indiferentes. La primera aprovecha una llamativa diagonal asegurada con chapas, para luego proseguir por un atrevido muro donde se concentran los pasos más exigentes con diferencia (6b). La Samurai se atreve directamente por un explosivo desplome (6c), para alcanzar una serie de curiosos canalizos en los que despunta un pasaje obligado significativo (6b), donde hay que dar la talla nunca mejor dicho.




- Desde el pueblecito de Peracalç, un camino de herradura muy marcado lleva cómodamente al collado oriental de la Geganta (Tossal de l'Àliga), punto donde observamos claramente un monolítico sector dominado por un diedro-chimenea muy llamativo. En una primera exploración, fue prácticamente obligado abrirlo para aprovechar la visita y comprobar además, la excelente cualidad del terreno. La vía Thaïss no es nada del otro mundo, lo mejor es el lugar donde se desenvuelve la historia, y la caótica cima donde culmina la aventura. Calcular 1h de aproximación con retorno en ligera subida. Orientación S. Escalada muy poco equipada. 




- La vía Ardor Guerrero aprovecha lo más asequible y aceptable del sector central de la muralla sur, superando los dos pisos por roca generalmente buena y en escalada libre poco equipada. La travesía a la izquierda para continuar la ascensión, rompe inevitablemente la magia de un terreno bastante caótico donde hay que serpentear para sortear los obstáculos. El nombre de la vía se refiere a la infantería que resistió en la cima de la Pessonada durante la guerra, dada la gran cantidad de restos en forma de latas oxidadas que aparecen acumuladas en las feixas a lo largo de la ascensión. Destacar que el grado es obligado con un tramo de 6a algo expo, y en todo el trazado solo encontraremos algunos espits en las reuniones que serán claves para el descenso. Una vez arriba lo mejor es bajar por el mismo itinerario en rápeles, por lo que será interesante llevar cordinos para reponer. Se desconocen repeticiones.




- La vía Microclima utiliza la misma estratagema que la vía Ardor Guerrero superando algo más a la derecha uno de los sectores más significativos de toda la muralla sur, recorriendo un diedro solitario  característico que resulta la escusa lógica de la ascensión. Hasta alcanzar el diedro no encontramos gran dificultad, pero una vez en el mismo habrá que dar la talla para salvar alguna panza significativa. Después de este entretenido pasaje especialmente atlético, aparecen unas tiradas dignamente interesantes hasta alcanzar la cima. En la vía solo encontraremos el material señalado en la reseña, por lo que hay que asegurarse convenientemente. Persiste la escalada algo expo sobre roca generalmente aceptable en todo el recorrido, salvo el tramo de trepada fácil donde se observa claramente la línea de un desprendimiento. Al terminar la aventura será interesante dirigirse a la salida de la vía anterior para localizar los rápeles de bajada. Se desconocen repeticiones.