-Si todas las escuelas ofrecen su magia, la dels Ports y el Maestrazgo es especial. A continuación tenéis varias primeras ascensiones de la factoría Ballart, que descubren algunos de los lugares más significativos dels Ports de Tortosa-Beseit y el Maestrazgo. Existen muchísimos más, pero la gracia reside en descubrirlos y gozar plenamente de la serenidad de unas tierras donde se ralentiza el tiempo y se escucha el silencio.
- Desde la entrada norte del túnel de Castellote, podemos contemplar un decorado rocoso de primer orden, con santuario incluido. Se trata del Llovedor, un circo sorprendente donde se escucha el continuo goteo al estanque de la ermita y poco más, si no hay visitantes al acecho. La vía Espartero hace referencia al famoso general, y su campaña por estas tierras conquistando definitivamente el castillo que domina el bello lugar. La escalada ofrece una línea combinada muy interesante, semiequipada para subir con solo los Totems y los ganchos (mínimo uno ancho). Destaca la última tirada por su rabioso desplome y asalto a la cumbre. Una vez arriba, a la derecha localizaremos una instalación de rápel para bajar por el mismo itinerario (35+50m). Con todo, podemos asegurar que se trata de la escalada más cómoda de la zona (10 min de aproximación), y muy indicada para los días calurosos (sombra a partir de las 14:00 h). Roca buena salvo el primer tercio del L1.
- La vía Diazepam aprovecha lo más sugerente de la pared, evitando al máximo la vegetación y los tramos discretos, resultando una línea muy variada, recomendable, y con la joya de ganar la cumbre principal de una de las crestas más monumentales del país. Solo empezar la vía, ya encontramos unos pasos exigentes hasta subirse a una franja en diagonal (6a oblig), para luego superar un corto tramo de artificial (3 pasos) y salir en libre por un pliegue sorpresa hasta la feixa existente. Tras una travesía y otro sorprendente largo se llega al corazón de la pared. Alcanzar un puente de roca (R4) y continuar por la izquierda (6a con roca de cine) hasta R5. Seguir flanqueando hasta descubrir un diedro perfecto (R6), y desde aquí hasta la cima por lo más evidente. Una vez arriba, será necesario destrepar la cresta en dirección al collado que domina al norte (algunos pasos muy delicados), para descender por la canal que separa las dos crestas hasta la carretera (túneles). Descenso relativamente intenso (calcular 1h), en contraste con una aproximación cómoda desde la carretera (10min).
- La vía Sinsol -como su nombre insinúa- se abrió en este espacio de la pared dada su casi nula insolación, para evitar a toda costa la calor aún estando a finales de octubre. El itinerario aprovecha una línea sinuosa pero muy evidente, arrancando por un canalizo en diagonal ascendente, cuanto más arriba más pronunciado. A mitad del L1 aparece un re pechón (Vº), donde será prudente clavar un pitón (uve) para asegurarse, pues representa el único pasaje con roca discreta de toda la vía, el resto es de buena a excelente. Los 2 parabolts utilizados durante la apertura se hallan en la R1 y al inicio del L2, todo lo demás se protege con Totems y las reuniones se montan en buenos árboles. Destaca la chimenea del L2 y ante todo el último largo, el más exigente y mantenido con diferencia (6a+ oblig), a proteger en su totalidad con flotantes. A la salida de la vía habrá que remontar un tramo hasta iniciar el descenso hacia el collado entre las dos agujas del Pitarquejo. Desde aquí, con 3 rápeles de 25m, se baja al pie de pared (calcular 1h hasta la carretera). La aproximación se realiza por el margen derecho del río Pitarque una vez cruzado el único puente existente (30 min).
- Como su nombre insinúa, la vía Chupa Chups es todo un caramelo: aproximación inmediada, roca buena y paraje encantador, la trilogía perfecta para no perdérsela en una matinal cuando aprieta el calor, o en una tarde soleada de invierno. Son tres largos con pasajes del todo variados, con los seguros en los pasos claves (máximo V+) y el resto a proteger con los Totems a discreción. Destaca el muro de la última tirada como lo más exigente donde hay que navegar y acertar la jugada. Acceso por la pista que baja al río Pitarque, situada entre el mirador del Órgano de Montoro y el Hostal de la Trucha. Si deseamos más aventura se puede empalmar la escalada subiendo a la Roca del Águila, el punto culminante (algún paso de IVº), donde se aprecia la belleza del entorno desde lo más alto.
- A la entrada de la Hoz Mala (W) aparece una extensa vertiente rocosa a mano izquierda, donde domina el mirador correspondiente señalizado desde la carretera. Con una aproximación muy cómoda y evidente (unos 15 min), se pasa por el pie de la muralla justo antes de cruzar el puente que conduce al inicio del itinerario fluvial. De entre todo el panorama disponible, la vía Carmen Sevilla aprovecha la línea más sugerente y atractiva a primera vista. Se trata de una escalada muy poco equipada, sobre buena roca, y con pasajes de todo tipo, ideal para conocer éste bello paraje de las Cuencas Mineras cercano a la localidad de Aliaga. La escalada arranca trepando por el zócalo, hasta situarse en la vertical de una columna con un marcado diedro exterior. A partir de esto la vía no tiene pérdida, con un largo central francamente interesante. A la salida, al poco localizaremos el mirador, calcular 15 min hasta el vehículo. Orientación Sur.
- Otro "caramelo" lo tenéis a la entrada de la Boca del Infierno de camino al Estrecho de Valloré. Una escalada entretenida, a equipar, y en roca muy buena, son los alicientes de la vía Cheminova. Su nombre va en relación con el misterioso complejo industrial aposentado aguas arriba, que de "pisci-factoria" tiene bien poco... Para llegar desde Aliaga, hay que coger la carretera que va hacia Ejulve, y tomar el primer desvío asfaltado a la derecha (a unos 6 km). Seguir el asfalto hasta las instalaciones, y continuar la pista de tierra hasta encontrar la Boca del Infierno. Acceso inmediato y descenso mediante un rapel de 50m de un parabolt!!! Si no os gusta, se puede poner otro. A disfrutarla. Sol a partir de las 14:00 h y con fuente a pie de vía, todo un lujo.
- Si bien la pared W del Pitarquejo presenta diversas opciones que desvelan las líneas más evidentes, a la derecha de las características agujas aparece un sector inexplorado donde destaca una chimenea roja muy llamativa. La vía Enantyum acierta el camino más fácil para escalarla por su flanco más asequible. Con todo, se desarrolla siguiendo la lógica tras entrar por lo más evidente, para conseguir situarse en el eje principal resultando dos tiradas al estilo y roca de Mont-rebei. El resto predomina el terreno monolítico típico de la zona. Todas las reuniones en árboles salvo la de la chimenea en cuestión. Abierta sin uso de expansión, a la vieja usanza. Una vez en la cima habrá que remontar unos minutos hasta localizar a la derecha un bajador en diagonal que lleva al pie de la muralla cómodamente. Aproximación desde la masada del Pitarquejo, cruzando el río por el puente y continuando por una pista hasta desviarse dirección a la pared (30 min).
- Con la vía Leviatán, la Roca Dragón presenta las dos líneas más elocuentes abiertas hasta el momento. Al igual que la vía "Déjala que baile" a la izquierda, la Leviatán ofrece un primer largo de película navegando por un excepcional muro gris a proteger con flotantes. Tras un cambio de reunión, la tercera tirada empieza muy bonita pero a la mitad se rompe el hechizo con un antipático tramo saneado en lo mejor posible, para ganar una nueva cornisa que conduce al siguiente árbol (todas las reuniones se montan en buenos árboles). La cuarta tirada vuelve a ser muy buena, sorteando un muro sensacional con parabolt incluido. El penúltimo largo transcurre por un diedro-chimenea muy peleón, donde hay que emplearse a fondo pese al único parabolt que protege el paso más exigente. Por detrás de la cumbre localizaremos el rápel (30m) que lleva al collado posterior para descender improvisando dirección a la pista de acceso (45 min).
- La Cresta Imperial ofrece el itinerario más factible y con la mejor calidad del terreno, para cabalgar por la arista paralela a la del Cabezó del Castelar, la más espectacular sin duda alguna de todo el Pitarquejo. La aventura comienza desde la carretera -un poco antes de entrar a los túneles- trepando por lo más fácil hasta ganar el terreno monolítico. Un muro semi-equipado con 4 parabolts y dos clavos (con posibilidad de liberarlo), lleva al pie de un diedro-bavaresa al inicio del L2 (reunión con puentes de roca). Este largo termina bajo un techo donde se monta la R3 (un parabolt). Saliendo por la izquierda con suma decisión, pronto se llega a la cresta principal donde se monta la R en un tronco seco. A partir de aquí se sucede toda la arista -sorteando un primer tramo por la izquierda- que de forma aérea y asequible (a proteger con flotantes), nos conduce a la cima de la pared. Desde la cumbre se baja fácilmente al collado, para continuar el descenso por la vertiente que da a la masada del Pitarquejo.
- Uno de los lugares más remotos de ésta zona del Guadalope se encuentra en la Hoz Baja. El caudal del río tiene la palabra, siendo necesario cruzarlo con el vehículo de entrada, para acceder por la pista que conduce al puente natural de Fonseca (último desvío seguir por la izquierda). Una vez al final de la pista, en pleno estrecho, hay que arremangarse i continuar por el cauce, cruzando tres veces el río hasta situarse en la orilla derecha (izq. orográfica). Entre la vegetación seguir un rastro de camino, y al poco rato remontar por la derecha para ganar un zócalo que domina claramente la pared. Una vez superado, continuar hasta pie de vía sin problemas (calcular 1 h desde el coche). La escalada arranca por un tramo fácil, que lleva a un desplome arqueado característico muy peleón y obligado. Tras un cambio de reunión, el segundo largo contempla un tramo de fantasía que conduce a un nuevo relevo, al pie de un muro abrumador. Con un buen manejo de los estribos (algún paso de gancho) y colocando un Totem lila -al límite-, saldremos en libre hasta la R3. El cuarto largo es muy estético, la roca conduce en todo momento a sortear la verticalidad, salvo en un punto donde hay que protegerse con los Aliens pequeños y dar la talla (6a+). El resto no presenta nada especial hasta la cumbre. Roca buena en todo momento, y descenso mediante 3 rapeles tal como muestra el dibujo. Vertiente sur. Magnífica escalada en conjunto.
- Si bien el pintoresco paraje del Salto del Pozo (Molinos-Ermita de Santa Lucía) merece una visita incuestionable, a la salida del estrecho del Guadalopillo aparece la Pared Primera, un caótico y salvaje escenario donde se desarrolla la vía Alpi Rando, la única línea que se atreve por esta vertiente orientada al N-W ideal para evitar el calor. Una escalada poco atractiva a primera vista, pero capaz de acertar el camino más digno para llegar a su cumbre, con algunos pasajes interesantes a proteger con flotantes (todas las reuniones en árboles). El paso clave (L2) consiste en la superación de una franja desplomada coronada por el único parabolt existente, previa colocación de un Camalot del nº3. Los dos últimos largos mantienen el interés de una aventura, que por su aspecto, cualquiera diría que por allí se escala. Aproximación desde el camino que lleva al Salto del Pozo (10 min). Descenso andando por detrás de vuelta al río (25 min).
- La vía d'en Guimerà
fue dedicada a un lugareño vecino del pueblecito de Bel (La Sénia-Rossell), que
con toda su amabilidad nos condujo hacia un objetivo totalmente oculto en el
horizonte, para abrir el trazado más evidente del tesoro. La Mola de Bel queda
situada al sur de la localidad y presenta un circo de roca muy vertical de tan
solo 2 largos de altura, pero con un calcáreo de fantasía típico de las tierras
castellonenses. Desde el pueblo hay que coger una pista en dirección al Mas de
Mariné (W), dejar el vehículo, y continuar al S-W hasta localizar el
acantilado. Bajar en rapel por lo más evidente (árboles) y ganar el pie de vía
en el tendido de sombra matinal. En el primer largo habrá que equipar un corto
tramo de A2, y en el siguiente escalar una buena fisura en diedro hasta la
cima. Lugar remoto y aislado con muchas posibilidades, siempre y cuando no
exista ninguna regulación de última hora a tal efecto.
- Situada entre las
imponentes Rocas de Benet y las domesticadas Moles del Don, la cara sur de la
Gronsa Central propone un compacto coctel intermedio en forma de escalada libre
semiequipada, donde en ningún momento aparece la verticalidad absoluta y el
rastro de generosas líneas de parabolts. La vía Gronsamàtic cumple con la
norma, y en sus cinco largos no encontraremos muchas chapas gracias a las
posibilidades que ofrece el terreno para protegerse con los fisureros y
friends. Destaca claramente el L3 por su dificultad "made in Castellnou",
con un tramo de 6b sin trampa ni cartón. En definitiva, una vía para
entretenernos un buen rato en un lugar relativamente cercano al asfalto, con un
cómodo descenso a pie bajando por la canal posterior, y con remotas
posibilidades de coincidir con otras cordadas escalando.
-La vía
Sostenible resulta uno de los trazados más naturales que ofrece la vertiente
sur de la Gronsa Central. Un recorrido exclusivamente asegurado en los pasajes
claves, cuya máxima dificultad no sobrepasa el Vº exigiendo un buen dominio por
debajo de éste grado. La roca es buena en todo momento y la vía aprovecha la
vegetación para montar todas las reuniones. Una escalada sencilla en
definitiva, pero donde hay que navegar acertando un camino que en poco rato
lleva a la cima principal. Para el descenso existe una línea de rapeles situada
a la izquierda, que conduce al collado dominante para continuar bajando por la
base de la muralla hasta la carretera. Respectar la época de nidificación y no
escalar desde el 1 de enero hasta finales de julio.
- La Punta Falconera
ofrece una vertiente sur con unos rasgos poco definidos y una perspectiva fatal
desde el aparcamiento dels Estrets. Con todo ello, en su eje central se intuye
un tímido diedro que rompe la monotonía y sirve de consuelo a la vía
Crucigrama, un sinuoso trazado donde es preciso navegar con buen rumbo, para
salir con éxito de la pared más marginada del sector. No obstante, la ruta
posee su encanto mientras mantenga su integridad sin otras líneas que la
parasiten con el tiempo. Un lugar más propenso a la aventura que a otra cosa,
con una leve aproximación y un descenso evidente por detrás. Roca buena típica
de la zona, con una tirada central en diagonal ascendente donde se concentran
los pasos más exigentes y obligados. Pocas repeticiones.
- El aspecto de la
Mola dels Biernets siempre ha ahuyentado al personal hacia otros objetivos más
soleados y de tonalidades menos lúgubres. No obstante, los pocos itinerarios existentes
cumplen ampliamente con los requisitos de negociar el terreno con las mínimas
expansiones, y por líneas bien definidas a primera vista. Uno de ellos es la
vía Alva Myrdal, una acertada combinación que con solo tres expansiones alcanza
la cima sorteando la verticalidad básicamente en libre, mediante una escalada
por significativos diedros y oportuna rampa final. Una aventura posiblemente
sin repetición, al quedar claramente apartada de las tendencias más solicitadas
y del excelente terreno dels Estrets, aunque la roca podemos considerarla de
aceptable en todo su recorrido.
- Estando unos días
por Beseit y con la impaciencia de alcanzar la primera nº 200, le toco el turno
a un perfil muy visible desde el pueblo: el contrafuerte noroeste de la Penya
Galera. Un lugar inexplorado y relativamente cómodo de llegar, desde la pista
que transcurre por el valle hacia el E y donde destaca un compacto muro liso
con un marcado diedro en su margen derecho. La vía Duecento aprovecha de forma
evidente un terreno conglomerado típico de la zona, dando por concluida la
ascensión al llegar al primer piso, pues la continuidad con la característica
proa que le sigue a continuación queda claramente truncada por la magnitud el
bosque. Descenso caminando por éste hacia la derecha, atravesando al W hasta
conseguir bajar a pie por el lugar menos accidentado. Escalada poco equipada y
de interés relativo pese a su elocuente presencia.
- Cerca de Beseit
existe un bonito paraje conocido localmente como la Pesquera, que cumple con
todos los requisitos para darse un baño plácidamente en las cristalinas aguas
del río Ulldemó. Justo en un enorme meandro que forma el cauce más arriba,
aparece un buen glosario rocoso donde con el tiempo se han afincado media
docena de itinerarios clásicos. El más llamativo y primero en abrirse fue la
vía Hurghada, cuyo nombre corresponde a un destino típico para la práctica del
submarinismo en el Mar Rojo (Egipto), una afición que me apasionó durante la
década de los 90. Fue todo un honor encordarse con el célebre Josep Manuel
Anglada para realizar esta magnífica escalada, y descubrir toda la magia de un
lugar privilegiado, actualmente prohibido, como drástica resolución versus una
regulación más razonable que por el momento no ha llegado. Una lástima con
mayúsculas.
- El Solà de
les Codolles está situado a la izquierda de la pista que parte del pueblo de
Beseit en dirección al famoso Parrissal, formando una muralla de conglomerado
oscuro debido a su orientación sombría típica de vertiente norte. Pese a su
cómoda aproximación por el camino -GR- que conduce del Matarranya a Algars,
esta muralla nunca ha cautivado el interés de los escaladores, y de hecho solo
se confirman dos itinerarios por el sector central donde la pared brinda el
mayor desnivel y ofrece menos resistencia al no poseer desplomes. La vía
Roquerols fue el primer itinerario abierto en la zona y discurre en libre por
el muro más relevante, salvo un corto tramo de fisura (L3) donde hay que
pitonar algún paso, debido a su verticalidad con respecto al resto mucho más
afable aunque algo expo. El descenso es evidente y se realiza caminando por la
derecha (W) aprovechando el terreno más practicable. En conjunto, una escalada
de coleccionista ideal para días calurosos, en un paraje solitario y
relativamente apartado del flujo turístico.
- La Roca Dreta de les Valls significó
uno de los últimos lugares que se desvelaron al quedar oculto entre los valles
y apartado del asfalto. Con la magnífica vía KRT se reveló uno de los tesoros
más bien guardados de toda la zona, donde curiosamente la marcada
canal-chimenea que lo surca aun restaba por abrir. Fue necesaria una dosis de
buril para solventar el dilema, y alcanzar la enorme grieta que tan solo exigió
una breve escalada en diedro al estilo más clásico. La Nobleza Baturra nunca ha
estado un itinerario solicitado al estar rodeado de rutas mucho más modernas e
interesantes, pero su evidente recorrido otorga todo un aliciente para cambiar
el hábito de estar habitualmente escalando sobre muros. Para el desplome
inicial será necesario un gancho, y para el resto serán suficientes los
Camalots hasta el nº3 y algún clavo opcional. Roca aceptable en conjunto.
- Desde Beseit dirección al Parrissal,
además de muchos turistas, encontramos unos considerables farallones a ambos
lados del río Matarranya que forman el portal de entrada a un espacio colmado
de fantasía en cada uno de sus rincones. A la derecha aparece el Mas de Lluvia
con su severa verticalidad, mientras que a la izquierda tenemos la Roca de Sant
Miquel con un perfil mucho más accesible. De todas sus escaladas, la más
benévola es sin duda alguna el Esperó del Bruc, una combinación de resaltes de
cierto interés, cuya modesta ascensión culmina en uno de tantos lugares
entrelazados por la caótica magia dels Ports. Itinerario de corte alpino, con
escaso equipamiento y con solo un par de pasajes destacables donde
encontraremos los espits de rigor. Roca aceptable en conjunto, y una
aproximación y descenso cómodos por caminos evidentes desde la calzada
principal a la altura de un puente antes de llegar al aparcamiento turístico.
Orientación SW.
- La Tasso&pico representa la
versión moderna de la vía Picotasso acertando las debilidades del margen
derecho de ésta gran clásica del Masmut. Escalada interesante en conjunto con
un L3 de película, donde encontraremos los parabolts justos y necesarios para
disfrutar del evento sin regalar nada. Destaca la gran variedad de pasajes
sobre roca generalmente muy buena, sin incordiar en ningún momento el
itinerario original que transcurre claramente por la izquierda, donde en algún
punto nos podemos escapar. En definitiva, una alternativa con todos los
requisitos para llegar a una futura clásica, siempre y cuando valoremos las
particularidades del terreno con un estilo más bien reacio a las expansiones.
- Entre la infinidad de posibilidades
que ofrece la cara E de la roca del Sombreret, la vía Teruel Existe representa
una de las más asequibles del panorama al sortear el marcado desplome final por
la canal de la derecha sin mayores pretensiones. Gracias a ello, en todo el
recorrido gozamos de un terreno excelente aunque con pocas chapas y solo en los
pasos claves como referencia. El penúltimo largo resulta claramente el más
exigente y obligado al zigzaguear por un tramo sinuoso y vertical. A la salida
podemos progresar por la misma canal (paso A0/6a) o bien rodeando por la izquierda
de forma más evidente pero sin seguros. Atención en los primeros largos a no
confundirse con un proyecto con parabolts que circula por el margen derecho sin
más referencias. Escalada muy buena en conjunto.
- La vía Predator ofrece una escalada audaz y moderna donde hay que dominar el tema de la autoprotección en todo momento. Destaca el largo central como lo más exigente y mantenido con diferencia, y sin chapa alguna de consolación, aunque encontraremos algunos puentes de roca muy buenos como referencia. Roca excelente en todo momento, sazonada de las típicas panzas ascendentes que dan la tregua necesaria para seguir navegando por uno de los muros más exquisitos de toda la zona. Al terminar la ascensión se puede bajar cómodamente rapelando por la canal de la derecha (vía Ojito, ojito) mediante 3 rápeles equipados a tal efecto y un breve destrepe final. Recomendada para eludir la calor por su breve insolación a mediodía.
- Una vez
conquistados los característicos espolones del Masmut, solo quedó la
oportunidad de explorar sus callejones y márgenes para continuar con la
actividad aperturista en la zona. La vía Kenia descubre un natural trazado
arrancando por una canal y atravesando posteriormente al espolón, resultando
una línea muy asequible pero con equipamiento escaso. Primer largo en roca
discreta con algunos puentes de roca lazados, y el resto mucho más compacto con
solo un espit a mitad de la última tirada. Dos meses más tarde una cordada
realizó la vía Gandhi por el eje principal de la derecha, enlazando con la R3
de la Kenia y coincidiendo hasta la cima, el trazado definitivo. Si llevamos
los Camalots hasta nº3 y los Aliens podemos prescindir de los clavos según
repeticiones.
- Otro trazado muy
singular con solo un largo destacable, la vía Kalabaka, transcurre en pleno
muro occidental de la Proa aprovechando una elocuente rampa adosada que lleva a
la cima sin otro misterio que seguir lo más afable. Con todo ello, la tirada
clave exige emplearse a fondo después del flanqueo desde la canal de entrada,
con la roca discreta en algún punto, pero mejorando con la altura como es
habitual en toda la zona. Uno de tantos casos, donde la particular geometría
del Masmut muestra sus debilidades entre una verticalidad dominante a simple
vista. Una aventura claramente de coleccionista.
- La vía Tintín al
Masmut ofrece una clara y sorprendente línea sin expansiones, utilizando la
canal más estrecha que se observa en el tercio oriental del escenario. Si bien
los dos primeros largos no prometen nada en especial, a la salida de la R2
aparece una franja de buenos bolos que invita a flanquear hasta situarse bajo
un diedro exterior que conduce directamente a la cima. Este pasaje es sin lugar
a dudas una pequeña joya de la zona, donde sin grandes misterios, los fisureros
encajan en los huecos justos y precisos para avanzar con garantías hasta
alcanzar el diedro. Por estas razones se puede considerar esta bonita ruta de
interesante, si no más, para todos aquellos que valoran el aspecto más natural
de toda escalada.
- La vía Predator ofrece una escalada audaz y moderna donde hay que dominar el tema de la autoprotección en todo momento. Destaca el largo central como lo más exigente y mantenido con diferencia, y sin chapa alguna de consolación, aunque encontraremos algunos puentes de roca muy buenos como referencia. Roca excelente en todo momento, sazonada de las típicas panzas ascendentes que dan la tregua necesaria para seguir navegando por uno de los muros más exquisitos de toda la zona. Al terminar la ascensión se puede bajar cómodamente rapelando por la canal de la derecha (vía Ojito, ojito) mediante 3 rápeles equipados a tal efecto y un breve destrepe final. Recomendada para eludir la calor por su breve insolación a mediodía.
- La vía Angelo
Dibona solventa el espolón más modesto de la vertiente norte del Masmut,
mediante una escalada poco equipada y algo expuesta en conjunto. No ha estado
nunca una gran clásica, pero cuenta con un buen número de repeticiones ya que
representa la opción más clara y asequible para cuando aprieta el calor,
quedando a la sombra gran parte de la jornada al estilo de las famosas Roques
de Benet. Si bien la roca es aceptable, su orientación norte le otorga un tacto
más pulido y menos áspero, un factor a tener en cuenta en las excursiones del
primer largo, el más expuesto con diferencia de todo el recorrido. Gracias a
Santi Gracia, Diego Miralles y demás veladores de la zona, fue restaurada hace unos
años con parabolts, para como mínimo resucitar su mítico nombre. Aproximación
evidente desde la pista norte (10 min), y descenso rodeando por el E hasta
alcanzar de nuevo la calzada (20 min).
- La zona de Ladruñán
presenta un buen repertorio de paredes para todos los gustos y estilos, que en
su día se dio a conocer tímidamente gracias a los pequeños sectores deportivos
que se equiparon en los alrededores del pueblo. En realidad fueron los
escaladores franceses los primeros en explorar en serio las paredes más
representativas, y dejar notoria constancia de su campaña en el portavoz de
Passe Murailles. En vista del éxito rápidamente tomamos rumbo hacia el
objetivo, y tras analizar el extenso panorama, nos decidimos por la descarada
línea de la vía Carey para amortizar la primera jornada. Después de cruzar
arduamente el río Guadalope, solo quedó remontar la cuesta y en poco rato estar
reptando por la monumental chimenea que destaca en el margen izquierdo de la
pared del Cantalar. El último largo fue la guinda del pastel, y el descenso por
el barranco de Gómez, un paseo de lo más pintoresco con arte rupestre incluido.
Para llegar al escenario hay que tomar un desvío a mano izquierda que conduce a
una pequeña central eléctrica, poco antes de llegar a la localidad.
- Si explorar cada
una de las paredes que se extienden alrededor de Ladruñán puede llevar varias
jornadas, la brevedad de nuestra primera visita solo dio para abrir la vía
Carey y al día siguiente la vía Coral, situada en lo alto de la sierra. Tomando
la calzada que lleva a la Algecira, al poco nos desviamos a mano derecha por
una pista en condiciones que se dirige hacia el Latonar, un catalogo de paredes
de altura modesta pero de calidad extrema, que los franceses ya habían
acariciado anteriormente. De entre todo el muestrario a disposición, nos
inclinamos por un diedro peleón de entrada, añadiéndole una caprichosa travesía
en lo alto para alargar un poco más el festín. Una vez en la cumbre divisamos a
lo lejos los Morrones, otro singular objetivo virgen que nos animó al poco
tiempo a regresar a este remoto paraíso perdido en el Maestrazgo, para
sintonizar con la calma y el silencio de lo que algunos denominan "la
España Profunda".
- Un lugar donde
fuimos de los primeros en actuar fue en Culla, un enorme mosaico calcáreo
parcialmente oculto sobre la rambla del río Monlleó, donde tuvimos la gran
suerte de escoger de entre todo el lote, la dicha principal de todo
aperturista. De entrada abrimos la vía del Temple, que más tarde fue pisada y
transformada por otro itinerario -vía Llibertat d'expressió- de forma más
directa, reconfortante y con más chapas de consolación, resultando la escalada
más repetida de Penyacalva en la actualidad. En otra visita atacamos la Arista
Vèrtex para probar fortuna por el flanco occidental de la muralla, acertando
una divertida y clásica ascensión, que incluso aparece actualmente en una
selección de escaladas recomendadas de la Comunidad Valenciana. Si la primera quedó
modificada deportivamente en su día, la segunda aun mantiene ese espíritu
alpino para saborear el panorama y prescindir de las filigranas del grado. En
Culla aun quedan muchas sorpresas pendientes, siempre y cuando acertemos con la
línea idónea y una temperatura de confort.
- Eldorado representa un sector equipado para escalada deportiva "Vintage" claramente visible des de la autopista del Mediterráneo a su paso por Oropesa del Mar (Castelló). En el dibujo aparecen los primeros itinerarios que se diseñaron con parabolts, salvo la vía Columbretes que se abrió desde abajo en plan clásico aprovechando la fisura más arrogante del sector. Eldorado Wall queda situado más a la izquierda con la pared algo más alta y con escaladas modernas mucho más exigentes de grado. Roca excelente en todos los casos, y orientación favorable para no pasar frío aún en pleno invierno. El único inconveniente será el continuo ruido del tránsito rodado a todas horas. Sector poco frecuentado.