- Con la etiqueta de
escaladas recónditas se pretende reunir aquellas que por su situación
orográfica quedan escondidas y alejadas de caminos frecuentados. Si bien esto
lo podemos considerar en gran parte de macizos como Montserrat, Sant Llorenç
del Munt, els Ports o el Montsant entre otros, al norte del Solsonès existen
varios lugares propicios para perderse como un jabalí. El más significativo es
sin duda alguna el Clot de Vilamala, una fortaleza de integridad difícil de
comparar hoy en día. Quizás sea esta la principal defensa de un espacio colmado
de roca por todos sus rincones, donde a la escalada le cuesta sintonizar su
ritmo, y a los escaladores librarse de su accidentada aproximación. Con todo
ello, los sectores más cercanos al asfalto ya poseen sus comodidades y
alicientes en forma de parabolts, para gozar sin más, de su áspero conglomerado
y salvaje ambiente. No es el caso de los itinerarios que vienen a continuación,
pues ni son cómodos de acceder, ni poseen el slalom de chapas que muchos
quisieran encontrar. Son como lienzos en blanco donde cada uno acierta el mejor
trazo, amparándose en las posibilidades del terreno para protegerse con un
mínimo de garantías.
- A pesar de su
asequible dificultad, la vía Vinculant ofrece la oportunidad de aventurarse en
el corazón de Vilamala, un remoto lugar exuberante de virginidad y silencio.
Todo comienza en el punto km.19.5 de la calzada que sube de Solsona al Coll de
Jou y Port del Comte (ver foto), donde un gran sembrado situado en una colina
de la derecha sirve de referencia para descubrir el lomo principal en cuyo
extremo inferior se precipita la pared de Sòbol. Para llegar al pie de vía
tenemos dos opciones: descender por dicho lomo hasta el final para localizar
-destrepando con precaución- una estratégica línea de rapeles (4X30m), o bien
bajando a pie de la mejor manera y con mucha intuición, por el barranco de la
derecha sin llegar a entrar en el cauce. Quizás ésta última sea la más idónea
para localizar el inicio del itinerario, ya que se encuentra en la parte más
baja de la enorme falda que ofrece la vertiente S-E. Calcular 1h si acertamos a
la primera. Destacar que la R1 se sitúa justo a la izquierda de una raya
horizontal característica, y que el tramo de V+ (expo) es lo más comprometido y
obligado con diferencia de toda la ascensión.
- La arista Vallparadís y la vía Forcadell
representan las dos líneas más seductoras que ofrece el cauce oriental del Clot
de Vilamala, según observamos des de la marcada curva donde se aparca y se
domina perfectamente toda la panorámica. No obstante éstas vías no se aprecian,
pues quedan discretamente ocultas de la diana de las miradas, por lo que es
imprescindible situarlas y describir sus accesos (ver foto). Para llegar a la
primera podemos usar el camino habitual que desciende al valle (fitas), y al
llegar al lomo principal desviarse para alcanzar el barranco de la izquierda,
en poco rato se pasa justamente por el pie de vía (unos 40 min). Para llegar la
segunda lo más factible consiste en continuar por la pista dirección al Pla de
Sòbol, y desviarse a la derecha por el lomo más acusado y despejado que
desciende dirección S-W. Por terreno siempre abierto se baja hasta casi el
final, y en un pequeño collado seguimos por la canal de la izquierda con el fin
de alcanzar el árbol situado más abajo, donde hallaremos una instalación de
rapel (60m) que conduce claramente al pie del objetivo (45 min). Las dos vías
son expuestas, aunque se protegen artesanalmente con los Totems o similares.
- La Aresta
Vallparadís representa la arista más definida del torrente oriental del Clot de
Vilamala. Una primera tirada de trámite conduce a un consistente segundo largo
que sin lugar a dudas merece la visita por su calidad y concepción, con solo un
par de parabolts en 50 m. Después de esto solo queda ganar de la mejor forma un
terreno algo discreto que lleva a la cima, y observar muchos de los rincones
más apartados de este remoto lugar. Para llegar al inicio hay que bajar
siguiendo los hitos hasta el eje principal que divide los barrancos, y
localizar el camino que desciende por el de la izquierda (E). Al llegar al
fondo del torrente el sendero atraviesa justo por debajo de la arista en
cuestión (calcular unos 45 min desde la carretera).
- La vía
Forcadell ofrece una exquisita escalada en placa donde en todo momento hay que ingeniárselas
para protegerse convenientemente mediante material flotante. Tras un primer
largo de degustación, un segundo plato de gourmet conduce por un lienzo
de compacta vianda, acertando las debilidades del terreno hasta alcanzar la R2
después de 60 m con solo un clavo a la salida de la R1. La última tirada
concentra todo el arsenal fijo empleado, para superar el desplome que rompe la monotonía
y conduce a la rampa de salida. En su apertura solo se utilizó un juego
completo de Totems como eventual protección en los primeros 120 m de la
escalada. Para llegar al inicio consultar la foto ilustrativa a tal efecto
(calcular unos 50 min desde la carretera).
- La Diagonal Informal es una línea caprichosa pero evidente al mismo tiempo. Se trata de atravesar en diagonal ascendente sorteando las zonas desplomadas, para salir por lo más asequible. El segundo largo representa lo más bonito, descubriendo paso a paso el camino correcto para ir chapando los seguros y colocar algún Totem de refuerzo. La última tirada resulta la más peleona; hay que colgarse de un merlet muy bueno, colocar un gancho evidente a la derecha, y llegar a un clavo. A partir de aquí se sube en libre intenso con la posibilidad de colocar algún Totem providencial. La roca es muy buena en toda la via. Para llegar al pie de pared hay que dejar el vehículo en la curva de la carretera donde se baja al Clot de Vilamala, y descender al Pla de Sòbol. Cuando la pista llanea prestar atención a una fita a mano izquierda (marcas azul-amarillo) pues sale un itinerario que conduce a la vertiente E para visitar una balma considerable. Desde aquí habrá que seguir contorneando la vertiente hasta situarse debajo de la pared (calcular unos 45 min). El retorno es evidente a la salida de la vía (40 min). Entorno bucólico y salvaje.
- La vía
Sanuy queda situada en una de las atalayas más sorprendentes de la comarca del
Solsonès: el Morro Aguilar. Formado por una destacada pared E y una sublime
arista S alzadas en lo alto del valle, ofrece una profundidad ambiental sin
poseer un desnivel desmesurado, con excelentes panorámicas de toda la zona de
la Serra de Guixers y del conocido Pont Cabradís. Para acceder al objetivo lo
más práctico y recomendable será hacerlo bajando desde la cumbre. Para ello hay
que subir por la pista asfaltada que lleva al santuario de Puig Aguilar, y
continuar un buen trecho por pista regular hasta llegar al Mas de Vilacireres.
Aparcar bajo el gran árbol que domina el altiplano, y seguir a pie dirección E
hasta localizar un cartel indicativo en un pequeño collado que señala
"Morro Aguilar". Una estrecha pista abandonada conduce cómodamente a
la cima de la pared, punto donde habrá que localizar a la derecha de la cumbre
un pequeño bosque y una instalación de rápel (50m) que nos llevará a la rampa
de la arista principal por donde sube la vía Terra d’Escudella. Destrepando por
lo más evidente y rodeando el escenario alcanzaremos el pie de la vía Sanuy
(calcular 1h desde el vehículo). Abierta en recuerdo a mi madre, Dolors Codó i
Sanuy. Sin ella nada de todo esto habría sido posible.
- Al norte del
pueblecito de Espinalbet (Berga) asoma entre el bosque una roca solitaria
característica que en su día, junto con mi sobrino Sergi, pudimos escalar por
vez primera aprovechando su perfil más asequible. Tras un primer largo de
canal-chimenea fácil, aparece la cara oculta del objetivo donde el terreno no
ofrece muchas posibilidades, siendo necesario solventar un tramo en libre
difícil y obligado. Poco a poco disminuye la verticalidad hasta alcanzar una
cima amplia y provista de un buen pino para rapelar. Si bien se pueden abrir
otras vías de cierto interés, ésta representa la línea original de una aguja
solitaria, olvidada, y sin grandes pretensiones. Roca aceptable en conjunto.
Descenso en dos rápeles de 30 m. Acceso por una pista evidente des del pueblo,
hasta dejar el vehículo y continuar a pie por el bosque.
- La vía Mandala
transcurre por el margen más atractivo de una caótica formación rocosa que
sobresale en pleno pantano de Canelles: la pared de la Portaclusa. El
inconveniente principal reside en llegar al pie del objetivo, y la mejor
aventura consiste en acceder navegando por el embalse con una lancha o similar,
provista de motor. De todas formas se puede llegar andando por detrás,
partiendo del pueblo de Corçà y cogiendo una pista en dirección S-W que lleva
hacia una masía aislada. Pasada ésta, dejamos el vehículo al final de la
calzada y continuamos a pie por un sendero que conduce a la Torre de les
Conclues, la fortificación que corona el escenario. Antes de llegar a ésta y
pasada una marcada brecha, hay que atravesar hacia la izquierda para localizar
un rápel de 30 m situado en el borde del acantilado. Este rápel nos deja en una
diagonal que nos lleva al pie de la muralla. Si bien el itinerario no es nada
del otro mundo y con la típica roca del congosto de Mont-rebei, la calma y
solitud del remoto paraje son la recompensa al esfuerzo realizado.
- En la vertiente
oriental de la Serra de Cardó (la Ribera d'Ebre) existen varias formaciones
rocosas de relativo interés, aptas para realizar escaladas modestas de poco
desnivel en un entorno salvaje. En el valle que conduce a la font del Teix,
tenemos a la derecha una serie de paredes aprovechables de roca calcárea,
denominadas Els Cospos, donde se sitúa la vía Aromàtica. Para llegar a ésta es
necesario coger la carretera (TV-3022) que va del Perelló hacia Rasquera, y en
el km 16,5 desviarse por una pista asfaltada a la izquierda que va en dirección
oeste al Portell de Cosp. Siguiendo la calzada, llega un punto donde hay que
dejar el vehículo y continuar a pie, atravesando el torrente principal de la
mejor forma para alcanzar la base de la pared. La vía en cuestión, aunque
afable y con buena roca, está prácticamente desequipada. Al finalizar la
escalada se baja a pie por detrás y hacia la derecha. Zona muy tranquila y poco
frecuentada.
- Una de las paredes más visibles desde Móra d'Ebre mirando al N-E es Lo Montalt. una cumbre cercana al pueblo de la Serra d'Almos. Tomando una pista que nos aproxima al objetivo, localizamos las pintadas del GR que nos conduce prácticamente al pie de la pared. La vía Bonavista fue la primera en superar la vertiente, a la que hace poco tiempo se le ha sumado la vía Romaní inmediatamente a su izquierda. Con las indicaciones del plano no habrá ningún problema para llegar, pero para el descenso tendremos que improvisar por el margen izquierdo de la muralla, para de la mejor forma volver al punto de partida. En definitiva, unas escaladas de aventura orientadas a poniente, donde hay que afinar el instinto y proteger convenientemente. sobre todo la Bonavista donde encontraremos poca cosa.
- Cuando el
extremo oriental de la muralla de Canalda finaliza, aparece un peñasco singular
bautizado como la pared de la Destral, surcado por una vistosa grieta
característica, a modo de un hachazo partiendo el escenario. Salta a la vista
que lo más seductor de ésta escalada corresponde al significativo tajo que
ofrecen sus dos últimos largos, donde hay que emplearse a fondo en un corto
tramo de artificial, i sobre todo en el peleón offwidth final de calidad
aceptable. Los 100 primeros metros no dejan de ser una extensión de la
aventura, sin un gran interés en especial, y con una entrada descompuesta que
luego mejora radicalmente. Una escalada diferente a lo que habitualmente ofrece
Canalda, situada en un rincón tranquilo, solitario, y con una aproximación
relativamente cómoda por la única pista que sale del asfalto en dirección a la
pared. Pocas repeticiones. Descenso en rápel por la izquierda de la cima.
- La vía Tres i no res representa una excepción al actual estilo implantado en la zona, donde las líneas de parabolts marcan la pauta descaradamente. Gracias al elocuente trazado y calidad del terreno, la vía requiere protegerla con seguros flotantes -ante todo el primer largo- mediante los Aliens y Totems a discreción. En el resto del itinerario hallaremos las protecciones en los lugares oportunos, salvo en la última tirada donde no hay nada, y es necesario dar la talla en un paso puntual a mitad del largo. Una vez terminada la escalada, localizaremos a la derecha una línea de cuerdas fijas que nos facilitaran el descenso hasta empalmar con la vía ferrata habitual. Para llegar al pie de vía podemos subir por la ferrata tal como marca la foto, o bien escalar desde abajo por la vía Final Fantasy hasta el bosquecillo donde arranca el itinerario en cuestión (parabolt visible). Dificultad máxima obligada: 6a, principalmente por la continuidad del primer largo.
- Desde el Morro Falqui podemos observar claramente este "penya-segat" situado sobre el camino turístico de rigor (a pocos minutos del aparcamiento de Cala Moraig), cuya ascensión lleva al mirador de dicha playa. Se trata de una escalada en libre poco equipada, muy variada y con roca excelente a partir de la R4. En los primeros largos habrá que prestar mucha atención con la caída de piedras al camino, casi siempre frecuentado de turistas. En la vía han quedado 7 parabolts inoxidables i algunos puentes de roca lazados. Una escalada curiosa con un final al más típico film del James Bond 007...
- La pared de la "Resistencia" queda realmente camuflada a poniente de Abella de la Conca, y solo se observa plenamente cuando llegamos al lugar en cuestión. Algunos acceden por el sector deportivo del Congost (1 h larga), pero lo mejor es aproximarse con un vehículo todo-terreno (imprescindible) pues sólo tendremos que andar menos de 10 min. La vía Terrano va dedicada al vehículo Nissan que nos subió cómodamente a la pared, para abrir un trazado combinado muy interesante para la practica del pitonaje y el manejo de los fisureros, la técnica básica del artificial. Curiosamente, el terreno monolítico permite la progresión justo por donde discurre el trazado. Posibilidad de forzar en libre con una roca muy buena en conjunto. Descenso en dos rapeles (30+50 m). Orientación E.