- De todos los
trazados naturales que ofrece Sant Gervàs, la vía Mª Antònia Simó quizás sea el
más arrogante. Una línea reservada a escaladores románticos, cuyas tiradas
ofrecen todo un recital de exóticos pasajes, sorteando la monolítica
verticalidad de una pared más entregada al grado extremo. De tanto en tanto,
una vía de estas características nos transporta durante unas horas al pasado,
cuando el reto se aferraba principalmente a las debilidades del terreno. Con
ello no fue difícil dedicar la vía a una escaladora referente de la pionera
década de los años 40, que dedicó por completo su existencia a la montaña en
todas sus facetas, desde la exploración hasta la docencia del arte vertical.
Siempre la recordaremos al pie del cañón, o detrás del mostrador de la sección
del CADE hasta muy avanzada edad. Si bien esta ruta por sus rasgos difícilmente
llegará a clásica, ofrece al menos una aventura acorde con la ilusión de sus
autores. No escalarla en época de nidificación.
- La vía Picazo-Fredi
significó en su día el segundo asalto al Escudo Rojo estrenado en el 77 por
escaladores franceses de la talla de Francis Tomas, Gérard Uzabiaga, Patrice
Drai y Henri Santam. Mientras éstos se aferraron a la fisura más atrevida, a la
derecha quedó una diagonal ascendente mucho más lógica pero menos directa, que
la cordada catalana aprovechó escrupulosamente para lograr una entretenida
escalada de coleccionista. De entrada todo son ventajas, pero poco a poco la
diagonal va desapareciendo y hay que emplearse a fondo desde que se termina
hasta alcanzar la R4. Las tres últimas tiradas son las más sorprendentes y
donde hay que progresar con mayor esmero recurriendo al pitonaje, alternando
con pasos en libre siempre atlético y con buen ambiente. Una aventura muy
recomendable en definitiva, sobre buena roca, y difícil abandono a partir de
R5. No escalarla en época de nidificación.
- Otro trazado
singular de la muralla sur de Sant Gervàs lo descubre la vía Ferran Merchán
inmediatamente a la derecha del Escudo Rojo. La perversa geometría de la pared
ofrece una línea casualmente afable para vencerla sin grandes complicaciones,
siguiendo una marcada diagonal que burla los desplomes y conduce a un inusual
jardín que rompe totalmente la tónica de la ascensión. Para remediarlo aparece
una tirada final de consolación, donde habrá que negociar a fondo un caprichoso
diedro que justifica la fiesta hasta su último movimiento. Se puede evitar todo
esto saliendo por la derecha sin demasiadas complicaciones. Itinerario dedicado
a un apasionado escalador de Terrassa nacido en Málaga en 1932, que en su
intensa y corta trayectoria fue capaz de tachar gran parte del repertorio
clásico del país, si no más, hasta que malogradamente su gran corazón dijo basta.
No escalarla en época de nidificación.
- Como sugiere su
nombre, la vía Orient Exprés significa la alternativa más lógica, rápida y
asequible para ganar una muralla con pocas debilidades a la vista, dada su
intensa verticalidad y cara de pocos amigos. Se trata del frontón situado en el
extremo oriental de la sierra denominado l'Avedoga d'Adons, cuya aproximación
difiere claramente siendo necesario rodear el objetivo por el norte cogiendo el
camino que va de Adons hacia el Pui de Lleràs. La línea en cuestión, aprovecha
lo más evidente de entrada topándose misteriosamente con el rastro de otro
itinerario sin referencias, que al parecer viene directo desde el suelo y a
mitad del L2 continua hacia arriba. Escalada de relativo interés pues solo cuenta
con un segundo largo destacable, donde se aprecia la calidad y la tónica de una
caliza sorprendente. Lugar inédito y poco explorado, al quedar totalmente
apartado y eclipsado por la muralla principal. No escalar en época de
nidificación.